lunes, 12 de agosto de 2013

LA LOMBRIZ QUE QUERIA VOLAR

En uno de los grandiosos pantanos de chipirini habitaba una tribu de lombrices.
Una de ellas era Laura que tenia una gran obsesión de volar, ya que se encontraba aburrida de vivir siempre en el barro escondida para no ser comida, ella soñaba con poder ser tan libre como los pájaros que a diario observaba en el cielo durante horas y horas. Esta actividad no era muy agradable para el resto de las lombrices de la tribu ya que Laura no era agradecida con la forma que el dios lombriz le había otorgado, por la cual no era muy bien recibida dentro de su tribu, un dial Laura empecinada en querer volar subió a lo mas alto del pantano y se lanzo desde las alturas con la ilusión de experimentar aquella bella cualidad y libertad que tenían los pájaros, pero tan solo pudo sentir la brisa que recorría su cuerpo antes de que este se azotaba fuertemente contra el barro en el cual quedo postrada e inconsciente.
En medio del sueño que experimentaba por el golpe recibido hubo una figura que se acercaba a ella en medio de luces una figura muy parecida a ella y a la cual con mucho temor le pregunto. ¿Quién eres tu?, ¿Por qué te acercas a mi?, no me hagas daño.
Al acercarse un poco mas esta figura a Laura se hiso un poco mas fácil reconocerla era Sandra la diosa lombriz a la cual muchas veces Laura le preguntaba porque le había dado esa figura, sin dudarlo Laura con un tono fuerte exclamo ¿Por qué, porque, porque de tantas formas  posibles de escoger tubo que escoger esa figura tan simple y no aquella figura tan bella e importante como la de los pájaros que con sus grandes alas recorrían la inmensidad del cielo experimentando la grandiosa libertad? A la cual la diosa volvió y respondió eres de esa forma porque fuiste creada para desarrollar una grandiosa labor que nadie mas si no tu y los tuyos pueden realizar y es la de trabajar los suelos, abonarlos para que las plantas pudieran tomar sus nutrientes de el y pudieran crecer para brindar alimentos y hogar a muchos seres vivos incluyendo pájaros a los que tanto admiraba. Al escuchar estas palabras la mirada de Laura se quedo estática por un momento, para luego cambiar esa expresión de rabia y resentimiento por una de felicidad y agradecimiento por la valiosa lección que había aprendido en ese precioso momento, la diosa lombriz se desvaneció en medio de una luz que lo segaba, y en el preciso momento la luz del sol iluminaba el rostro de Laura cuando despertaba de ese sueño y se encontró rodeada por sus compañeras de la tribu quienes la cuidaron durante todo el tiempo que estuvo inconsciente.
Agradecida por sobrevivir Laura se dedico con gran esfuerzo a trabajar la tierra en la cual vivía, y nunca volvió a renegar de su forma y a soñar con querer  volar como los pájaros.    

MORALEJA
Siempre debes ser agradecido con las cualidades que dios le ha regalado.

Autor: Jesús Javier Martínez cárdenas 

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