miércoles, 7 de agosto de 2013

El árbol que no tenía amigos

Había una vez en un bosque muy lejano un árbol llamado Matías que se la pasaba triste porque no tenía amigos ya que sus hojas estaban secas y sus raíces por fuera. El por muchas ocasiones intento conversar  con varios árboles para ver si se hacían amigos. Pero se cansó de intentarlo y decidió pasársela callado sin dirigir la palabra a ningún árbol.
En una mañana de invierno. Matías se despertó lleno de vida y al abrir sus ojos se dio cuenta que sus hojas estaban verdes y llenas de vida y sus raíces ya no se le veían. Matías esa mañana se la paso muy sonriente, sus vecinos árboles y animales del bosque al verlo se sorprendieron y se acercaron a él saludándolo y no lo dejaban de mirar. Más tarde Matías les pregunta ¿porque se me acercan a mí? ellos le responden inmediatamente. Porque ya no eres aquel árbol muerto y maluco de hojas secas. Pero tenemos una pregunta para ti, ¿cuál era la causa por la que te encontrabas así? Matías responde: porque mis raíces no tenían abonos y no me regaban mis hojas. Esta madrugada bien temprano vino la lluvia y me roció con un poco de agua y un humilde campesino vino y me puso abono a mis raíces.
Por tal razón Matías se encontró con vida y así se hizo amigo de casi todos los árboles y animales del bosque y vivió feliz por siempre.

Moraleja: no debemos buscar los amigos según el físico, sino según su personalidad.

Yarlidis Peña Robles

II semestre pedagógico grupo 1

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