Actualmente
el debate existente en Colombia en relación al desarrollo, promoción e implementación de una cultura
pedagógica que facilite competencias, invita no solo la reflexión crítica de lo
que hacemos, sino de la forma cómo lo hacemos, buscando con ello generar en los sujetos que aprenden acciones de pensamiento que aseguren en cada
participante un proceso educativo que estimule la recreación creativa de
soluciones a cada situación problémica, y con ella, la oportunidad de
responder no sólo a los objetos de aprendizaje, sino al desarrollo de
las exigencias tecnológicas del universo contemporáneo.
El
maestro moderno debe ser un excelente lector contextual, acción que lo invita a
conocer la realidad de los procesos de
aprendizaje y de enseñanza, y los contextos sociopolíticos y personales que se
generan en las cercanías del sujeto que aprende. Nunca se debe olvidar que un
maestro lector de los saberes, construye
en colectivo cada uno de los haceres como forma estratégica para promover el
saber convivir; un enseñante que recree desde su creatividad y libertad de
pensamiento las realidades, pero que también se atreva a sembrar futuro.
Precisemos
entonces, un maestro socioformador es un sujeto cuyo pensamiento complejo
despierta en sus estudiantes estrategias para la construcción colectiva de
conocimientos al tiempo que estimula oportunidades para crecer tanto académica
como personalmente; un maestro facilitador de procesos con la capacidad de adquirir
y dar, de ser y de servir; un académico que enseñe con el ejemplo pero que al
mismo instante eduque creativamente desde los valores.
El
otro debate pendiente en el país hace referencia a cómo educar estudiantes
competentes, que a la vez, promuevan el desarrollo de valores socioformativos
en relación a que la exigencia existente
en Colombia es que no sólo se eduque en conocimientos y contenidos, sino
que se forme la persona de manera integral, ello nos hace pensar que cada sujeto que aprende es como un diamante
que para que pueda adquirir su forma final debe ser tallado con toda la ternura
educativa posible, y a la vez, jamás pierda su propio brillo, un ser humano en
cuyas actuaciones se establezcan de manera dinámica el comprender e interpretar los porqués de las
actuaciones de los seres humanos; hacia la búsqueda de la construcción del ser y el deber ser, y, derivado de ello, entre
el saber hacer y saber ser y valer; es por ello que, en el enfoque socioformativo
basado en competencias se debe entender como la acción que adquiere una persona
para transformar su contexto apropiándose en lo que sabe, lo que hace, lo que
valora, lo que saber hacer y lo que lo fundamenta en el proceso de crecimiento sociopersonal.
El
enfoque socioformativo basado en competencias es una oportunidad para que se fundamente la búsqueda del bien común, promover y vivir una cultura armónica
hacia una sociedad de paz, con justicia, equidad y bienestar para cada
miembro que participa en el proceso de formación, de allí que se requiera promover
a nivel de la educación condiciones especiales para facilitar la formación en
competencias a partir de lineamientos que articulen procesos sociales,
económicos, políticos, religiosos, deportivos, artísticos, ambientales y
culturales al tiempo que promueva la adquisición de saberes como un acto de
profunda formación y desarrollo de un proceso integral en el sujeto.
Actuar
desde el enfoque socioformativo implica establecer acciones no solo del
pensamiento crítico sino desde el pensamiento complejo, es por ello que se
requiere que el estudiante piense lo que
realmente desea adquirir como saber no solo para su futura profesión, sino para
la vida misma, es por ello que el estudiante aprende en colectivo lo que
necesita personalmente, y dimensiona personalmente lo que le aportara a la
sociedad en la que cohabita.
Hablar
de socioformación implica entonces conversar sobre desarrollo integral, visto
este como la capacidad que tiene el docente de dar y recibir de sus estudiantes
y la habilidad que tienen los aprehendientes de servir sin ninguna limitación,
más que las que le imponga el sociosistema en el que cohabita.
MARCELIANO SUÁREZ ORTEGA