“LA CONEJA SAM”

En una ciudad muy lejana, vivía una bella coneja llamada Sam; su madre había pertenecido a un grupo llamado las Kappa; razón por la ella se dijo así misma que algún día, ella iba a ser parte de este grupo. Sam la coneja salió una mañana a recoger zanahorias para la comida y, al regresar encontró que su mamá yacía tirada en medio de la sala; ésta le tocaba y llamaba con gritos angustiosos, pero su madre nunca respondió.

Sumida en un profundo dolor por la muerte repentina y trágica de su querida madre. Sam se encerró en si misma, olvidando por completo sus sueños.

Un día la bella conejita despertó y lo primero que vio fue un pequeño cuadro, en el cual estaba su madre recibiendo una condecoración que la acreditaba como una Kappa; esto la hizo sacudirse y reorientar su vida. Buscó y alistó su maleta y, emprendió un largo viaje, hasta llegar a la gran ciudad; con el único objetivo de ser como su madre, una Kappa.

Al entrar a la mansión de las Kappa, se encontró con muchas conejitas muy hermosas que buscaban un lugar en el grupo; cuya presidenta se llamaba Carla, una coneja egoísta, envidiosa, de doble cara; ésta estaba muy enamorada de René, un conejo muy apuesto que había colocado sus ojos en Sam.

Esta coneja le hizo la vida imposible a Sam, a tal punto de ser expulsada de la mansión Kappa, al no someterse a reglas estrictas que Carla, la coneja les imponía, solo con el objetivo de fastidiarlas.

Sam al final encontró el apoyo del conejo René su enamorado y cinco conejos más que la ayudaron, y comenzaron a trabajar muy duro para demostrar la inocencia de la bella Sam y desenmascarar a ala odiosa Carla, la cual estaba obrando de no solo con Sam sino con todas las conejas que querían pertenecer al grupo, de manera desleal, hipócritamente; usando reglas y normas falsas que nada tenían que ver con las de las verdaderas Kappa; solo con un fin y era seguir siendo la presidenta y quedarse con René al precio que  fuese; pero en un banquete ofrecido por René, se dieron el lujo de desenmascarar a la cruel y despiadada Carla, le quitaron el aval que la acreditaba como presidenta de Kappa y la echaron de la mansión, enseñándole a todos los que asistieron al evento que : “si alguno quiere llegar al éxito, debe hacerlo de la mejor forma, es decir, obrando de manera transparente y no pisoteando a los demás”.

 MERCEDES LUCIA GUARIN  --  MARIA MENDEZ