En una pequeña casa habitaban una gata llamada Simona, un pato (Raúl), y un perro, Jacobo. Entre ellos existía una gran amistad, compartían la poca comida que lograban conseguir. Todo cambió cuando cuando la gata dio a luz a cinco lindos gatos, el perro se enojó tanto con ella que le dijo:
"Si no echas a la calle a esos gatos te tendrás que ir de la casa".
La gata Simona se negó rotundamente a abandonarlos y, decidió irse. Pasaron los meses y Jacobo empezó a enfermarse, ya que no comía nada.
Al ver esta situación, Raúl buscó ayuda en la gata, puesto que ella nunca los había olvidado.
Simona optó por ayudarlo aún mas, pero dijo al pato que el perro no se debía enterar de quien lo ayudaba. Con el tiempo, el perro se fue mejorando, ya que se alimentaba bien, pues Simona le mandaba comida con el pato.
Un día Simona decidió llevar ella misma la comida, porque pensó que el perro no iba a estar allí. Mientras le entregaba la comida a Raúl, el perro entró a la casa y los descubrió, quedó tan sorprendido y preguntó:
¿Por qué me ayudas, si yo te traté tan mal?
La gata respondió:
Tú eres mi gran amigo y a pesar de todo te quiero mucho y te ayudaré siempre.
Simona y Jacobo se reconciliaron y, ella regresó a la casa.
Fin
MORALEJA:
Los verdaderos lazos de amistad son aquellos que a pesar de las ofensas no se rompen y, siempre están allí para ayudar a los que mas lo necesitan...
AUTORAS:
- Lilibeth Franco Contreras.
- Lina Peña Contreras.
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