Érase una vez en lo profundo
del bosque no muy lejano, habitaba un cerdito llamado Peter lo cual convivía
solo por su extraña cicatriz en el rostro.
Este era muy discriminado
por parte de su manada.
Pero lo que no sabía era que
esa cicatriz lo hacía especial, esta le daba un don; el cual era volar y a
pesar de no ser aceptado por su familia él es muy feliz por la compañía y apoyo
que le brindaban los otros animales del bosque.
MORALEJA: No debemos discriminar o rechazar aquellas personas que por
ejemplo, el puerco Potter, que era rechazado por su cicatriz en su cara.
ADOLFO HERNANDEZ - YOJAIRA BADEL - YERLYS PERALTA
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