En uno de los grandiosos
pantanos de chipirini habitaba una tribu de lombrices.
Una de ellas era Laura
que tenia una gran obsesión de volar, ya que se encontraba aburrida de vivir
siempre en el barro escondida para no ser comida, ella soñaba con poder ser tan
libre como los pájaros que a diario observaba en el cielo durante horas y
horas. Esta actividad no era muy agradable para el resto de las lombrices de la
tribu ya que Laura no era agradecida con la forma que el dios lombriz le había
otorgado, por la cual no era muy bien recibida dentro de su tribu, un dial Laura
empecinada en querer volar subió a lo mas alto del pantano y se lanzo desde las
alturas con la ilusión de experimentar aquella bella cualidad y libertad que
tenían los pájaros, pero tan solo pudo sentir la brisa que recorría su cuerpo
antes de que este se azotaba fuertemente contra el barro en el cual quedo
postrada e inconsciente.
En medio del sueño
que experimentaba por el golpe recibido hubo una figura que se acercaba a ella
en medio de luces una figura muy parecida a ella y a la cual con mucho temor le
pregunto. ¿Quién eres tu?, ¿Por qué te acercas a mi?, no me hagas daño.
Al acercarse un
poco mas esta figura a Laura se hiso un poco mas fácil reconocerla era Sandra
la diosa lombriz a la cual muchas veces Laura le preguntaba porque le había
dado esa figura, sin dudarlo Laura con un tono fuerte exclamo ¿Por qué, porque,
porque de tantas formas posibles de
escoger tubo que escoger esa figura tan simple y no aquella figura tan bella e
importante como la de los pájaros que con sus grandes alas recorrían la
inmensidad del cielo experimentando la grandiosa libertad? A la cual la diosa
volvió y respondió eres de esa forma porque fuiste creada para desarrollar una
grandiosa labor que nadie mas si no tu y los tuyos pueden realizar y es la de
trabajar los suelos, abonarlos para que las plantas pudieran tomar sus
nutrientes de el y pudieran crecer para brindar alimentos y hogar a muchos
seres vivos incluyendo pájaros a los que tanto admiraba. Al escuchar estas
palabras la mirada de Laura se quedo estática por un momento, para luego
cambiar esa expresión de rabia y resentimiento por una de felicidad y
agradecimiento por la valiosa lección que había aprendido en ese precioso
momento, la diosa lombriz se desvaneció en medio de una luz que lo segaba, y en
el preciso momento la luz del sol iluminaba el rostro de Laura cuando
despertaba de ese sueño y se encontró rodeada por sus compañeras de la tribu
quienes la cuidaron durante todo el tiempo que estuvo inconsciente.
Agradecida por
sobrevivir Laura se dedico con gran esfuerzo a trabajar la tierra en la cual
vivía, y nunca volvió a renegar de su forma y a soñar con querer volar como los pájaros.
MORALEJA
Siempre
debes ser agradecido con las cualidades que dios le ha regalado.
Autor:
Jesús Javier Martínez cárdenas
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