Era una vez un perro llamado Evelio se encontraba muy
acongojado, porque los demás lo rechazaban por ser un poco despistado. Pero al
ver como se encontraba se acercaron tres animales un cerdo llamado mario, un
corcel llamado Raiston un gallo llamado Jhonatan. Los cuales se condolieron ya que nadie lo
aceptaba por ser un poco tosco pero ellos si se interesaban por ser su amigo.
Mario llego y le dijo ¡hola! Como están me llamo Mario el cerdo y estos son mis amigos. Raiston el corcel Jhonathan el
gallo. El respondió cabizbajo soy Evelio. Jhonathan el gallo le pregunto ¿por qué estas así? Evelio respondió ellos e
burlan de mí y me dice “el leche”, me discriminan.
Jhonathan el gallo responde: -¡No hay que tomarse todo a
pecho, hay que ser como somos, sin prestarle atención a las palabras necias de
los demás.
Responde Evelio: -¡Cierto, tienes razón!
Dice Raiston: -¡Pacemos a un buen estado de ánimo para
olvidarlo todo!
-¡Juguemos!
Mario le da una voz de aliento a Evelio porque él agachó la
cabeza; le dice: -¡Aquí tiene unos nuevos y buenos amigos, vamos y juguemos.
Vivamos el momento, olvidemos el pasado!
Mario estrechó su mano y Evelio se colocó de pie y le dio un
gran abrazo.
Jugaron, el juego era tan divertido que todo los que rechazaban
a Evelio regresaron a jugar. Éste no se negó y les dio la mamo en signo de
amistad y dijo: -¡Bienvenidos sean todos!
Moraleja : tenemos que ser como somos, sin prestar atencion a las palabras necias o envidiosas que digan los demás, al fin todos somos los mismos, nadie es mas que nadie, ni tenemos que sentirnos menos que nadie
JHONATHAN VERGARA
FREDY ARROYO
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