Era una vez en una granja un cerdo escuchó a
su amo diciendo que iba a matarlo para comérselo, de una vez salió el cerdo
corriendo descabullido a esconderse y se metió al corral de las ovejas y una de
estas le preguntó oye amigo ¿Qué te pasa? ¿Por qué corres? Y el cerdo le
contestó: es que nuestro amo quiere mi carne y la oveja le dijo: ¡no te
preocupes que nosotros estamos cansados de que corten nuestra lana y el cerdo
le contestó: “es diferente porque tu lana vuelve a crecer, pero mi carne nunca
volverá a ser la misma”.
A veces
le damos valor a las cosas cuando las vemos perdidas, sin pensar que en nuestro
alrededor tenemos personas que no tienen nada y siempre viven conformes.
EVELIO MEZA
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