Había una vez un delfín que
vivía en el océano en un arrecife, su familia nunca comprendió el espíritu
aventurero que el tenia, un día decidió irse lejos de su casa. Él decía que
quería ver más allá de ese pequeño arrecife y descubrir las maravillas del
océano por esta razón se fue lejos de sus seres queridos que eran sus padres
delfines.
Con ganas de conocer el océano
y acompañado de su espíritu aventurero comenzó su aventura. Empezó a nadar por
el océano y du primera aventura fue la de conocer un pez muy simpático que se
le acercó y le dijo ¿A dónde te diriges? Y él le respondió muy animado ¡a ver
las maravillas del océano! Y le dijo ¿con que fin querido amigo?
Entonces el respondió: quiero
que cuando tenga mis hijos ellos se sientan orgulloso de su padre aventurero” y
el pez le contestó ¡oh que buen motivo querido amigo! ¿Será que yo te puedo
acompañar en tus aventuras? Preguntó su amigo pez.
Desde este momento los dos
comenzaron a nadar y nadar para aventurarse. En este momento mientras nadaban
se encontraron con su primera aventura un cangrejo estaba en problemas, un gran
tiburón lo asechaba y fue ahí donde ellos actuaron y salvaron l pequeño
cangrejo con gran éxito desde entonces los tres comenzaron a seguir su espíritu
aventurero…
Ellos tuvieron muchas
aventuras y viajaron y viajaron miles de kilómetros por todo el océano; sus
aventuras fueron famosas por todas las criaturas vivientes del océano.
No hay que rendirse ante las metas que uno mismo se propone y que hay
que ir más allá y que todo es posible si uno lo hace posible.
YENNIFER ESTRADA
MARIO MARTINEZ
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