Jesús
Tú el surtidor de la fe
A quien volvemos los ojos en
el dolor
El pacificador de almas
El que no sabe de tiempo
Ni de distancias
Tu le das a cada quien
Lo que se merece
En ti se detuvo la edad
Porque el tiempo te eternizo
En treinta y tres.
Tú que no tienes que
autenticar
Ni estampar la firma en un
papel
Para que se crea lo que dices
Con tu palabra basta Jesús
Para que la fe pueble las
almas
A ti que te lastimaron las
manos
Y te clavaron los pies
Para detener tus pasos
Pero fue inútil
Ya andaba tu palabra
Exiliado de la tierra
Tu verdad no ha dormido
Un solo instante
Ella ha visto nacer y
envejecer los siglos.
Autor: Shirle medina
Fúnez
Iii semestre académico
grupo 1.
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