Un
hombre tenía dos animales:
Un
caballo y un asno.
Un
día que los animales Iván camino al pueblo, el asno sintiéndose cansado, le
pidió un favor al caballo diciéndole:
Ayúdame
a cargar un poco de la carga que llevo si te interesa mi pobre vida.
El
caballo se hizo el sordo no le respondió
y el pobre asno cayó al suelo fatigado y murió instantáneamente.
Entonces
el dueño monto toda la carga sobre el caballo, hasta la piel del asno.
Y
el caballo muy arrepentido dijo:
¡Qué
mala suerte! ¡Por no ayudarle al asno con un solo costal, ahora tengo que
cargar todos los costales y por mal amigo cargar la piel del asno encima!.
“Cada
vez que no tienes tus manos para ayudar a tu prójimo que honestamente te pide
ayuda, sin darte cuenta en ese instante, en realidad te estás haciendo daño a
ti mismo”
CARLOS SOTELO
GUILLERMO
ORTEGA
ANNDY GONZALEZ
III SEMESTRE ACADEMICO GRUPO 2
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