En un mágico y atractivo bosque llamado
Frutifilandia vivían las más ricas jugosas frutas con el rey del bosque, un
árbol frondoso llamado guayacán que no daba frutos, pero disfrutaba como las
frutas eran la envidia de una calabaza, que por ser diferente a las demás
siempre estaba sola y muy triste porque el rey solo alagaba a las frutas por su
rico sabor.
Entonces se llego la gran fiestas donde se celebraría
el día de las frutas y la calabaza no fue invitada lo que hizo que despertara
en ella el deseo de ser una fruta y quiso
disfrazarse para poder a asistir la fiesta, ella siempre había admirado a la
fresa por su color y su delicioso sabor y decidió vestirse como ella pero su
forma no la ayudaba verse tan bella como la fresa; entonces probo con la
naranja pero muy redonda la hacía verse espantosa y muy triste se puso a
llorar. El rey del bosque al verla se
conmovió y se le acerco diciéndole que no tenia porque sentir envidia de las
frutas que ella era muy bonita y por algo estaba en el bosque, entonces recordó
en un sueño que había tenido atrás que ella era una torta de calabaza y que
todas las frutas disfrutaban su deliciosa sabor, entonces hizo realidad su
sueño y le regalo en el día de las
frutas una gran torta, quedando estas encantadas por su delicioso sabor; y así
se di cuenta la calabaza que no tenía nada que envidiarle a las frutas por ella
podría ser útil y agradable para los
demás.
Moraleja:
no
debemos sentir envidia por los demás porque cada quien tiene sus virtudes,
capacidades y habilidades que nos hacen únicos y diferentes.
Autores:
Darly Yohana Mercados Ceballos
Karen Dayana Cárdenas Arrieta
Daniela Margarita Correa
Martínez
Sindi María Lambraño Acevedo
Yohana Sofía Rodríguez
Pupo
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