Cierta mañana, un granjero
se acercó a una red que había colocado el día anterior para atrapar a los
cuervos que se comían su maíz.
Con sorpresa encontró un
pisingo atrapado en la red, cuando lo vio llegar, el ave le gritó:
-
Soy inocente, buen granjero, no soy un cuervo
y además no he tocado su cosecha. solo
vine con esas aves y ahora me veo prisionero en la red.
-
Todo eso puede ser cierto, respondió el
granjero, pero como ibas en compañía de los ladrones sufrirás el mismo castigo.
MORALEJA: no
juzgues a alguien sin antes conocer lo que verdaderamente es.
MARTHA MORENO - EVELINY GARRIDO
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